Nabil Djouder
Jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)
El estudio es de buena calidad. Está publicado en Science, una de las revistas más prestigiosas, y ha sido realizado por un grupo de investigadores de alto nivel, entre ellos Rafael de Cabo, un científico español (origen de Córdoba) reconocido por su trabajo en envejecimiento. El diseño es sólido: combina datos longitudinales y transversales en tres especies (humanos, primates no humanos y ratones), con análisis por sexo y edad, lo que refuerza sus conclusiones y supera las limitaciones de estudios previos más simples o solo transversales.
El estudio es especialmente relevante porque investigaciones anteriores sugerían que la suplementación con taurina podía proteger frente al envejecimiento en ratones. Este trabajo, sin embargo, muestra que los niveles de taurina no disminuyen necesariamente con la edad y que su valor como biomarcador del envejecimiento es limitado.
Este estudio encaja con la evidencia existente al abordar una hipótesis recientemente popularizada: que la taurina disminuye con la edad y que su suplementación podría alargar la vida. Sin embargo, lo desafía directamente al emplear una metodología más rigurosa que corrige sesgos de trabajos previos.
Entre las principales novedades, el estudio demuestra que los niveles de taurina no disminuyen necesariamente con la edad e incluso aumentan o permanecen estables en varios casos, siendo la variabilidad interindividual mayor que los cambios asociados a la edad. Además, las asociaciones entre taurina y parámetros funcionales como peso o fuerza son inconsistentes y altamente contextuales. Estas observaciones tienen importantes implicaciones, ya que refuerzan la necesidad de no asumir causalidad a partir de simples correlaciones con longevidad, y advierten contra el uso prematuro de la taurina como biomarcador universal del envejecimiento. El trabajo subraya la urgencia de realizar más estudios funcionales para esclarecer si la taurina actúa como modulador activo del envejecimiento o es simplemente un correlato circunstancial en ciertos modelos experimentales.
La taurina es un aminoácido no esencial en humanos (es decir, el cuerpo puede sintetizarlo), aunque también puede obtenerse a través de la dieta. A diferencia de los aminoácidos que forman proteínas, la taurina no se incorpora a ellas, pero desempeña funciones importantes como osmoprotector, antioxidante y modulador de calcio, entre otras. La taurina se encuentra casi exclusivamente en alimentos de origen animal, especialmente en mariscos y pescado, carne roja y de aves o en huevos (en menor cantidad).
Aunque el estudio es sólido y bien diseñado, presenta algunas limitaciones importantes que deben considerarse. Al centrarse exclusivamente en poblaciones sanas, no permite evaluar si la taurina se comporta de manera diferente en personas con enfermedades asociadas al envejecimiento, lo que limita la generalización de sus conclusiones. Además, las asociaciones observadas entre taurina y parámetros de salud funcional fueron inconsistentes, posiblemente debido a factores contextuales no controlados como la dieta, la genética o la composición de la microbiota. En este sentido, todos los participantes proceden del mismo entorno geográfico (Baltimore) y comparten hábitos dietéticos similares, basados en una dieta rica en alimentos de origen animal, mariscos, pescado, carne roja o aves, lo que puede haber influido directamente en los niveles plasmáticos de taurina, independientemente de la edad. Esto podría explicar el aumento de taurina observado en sangre sin necesidad de invocar un efecto relacionado con el envejecimiento.
Asimismo, al tratarse de un estudio clínico y descriptivo, no se abordan los mecanismos moleculares que podrían esclarecer si la taurina actúa como modulador del envejecimiento o si simplemente constituye un marcador asociado. Finalmente, la alta variabilidad interindividual detectada podría haber enmascarado efectos sutiles o relevantes solo en ciertos subgrupos, lo que subraya la necesidad de análisis más estratificados y estudios funcionales en poblaciones más diversas.