Andrés Moya
Catedrático de Genética en la Universidad de Valencia e investigador del Área de Genómica y Salud en la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio)
Se trata de un extraordinario trabajo donde se estudia el espliceosoma humano por el procedimiento de inactivar los componentes genéticos del mismo y, posteriormente, se evalúa su funcionalidad en los transcriptomas correspondientes y las redes de regulación y procesos de decisión asociados que esa maquinaria lleva a cabo.
Es un estudio fundamental que ayuda a entender, como hasta ahora no se había hecho, el intrincado proceso del procesado alternativo tan propio y fundamental de las células eucariotas. Aquí estudian con una aproximación tan básica de la genética, como es la inactivación sistemática de los componentes, cómo afecta a la función, entendida como el producto que finalmente resulta. Pero este producto lo examinan determinando las complejas redes de interacción del espliceosoma, algo que es una novedad respecto a estudios previos.
En cuanto a sus implicaciones, en realidad con este estudio se disecciona cómo trabaja esta maquinaria tan fundamental, evaluando en forma muy fina cómo funciona el conjunto y cómo se ve afectado cuando algún componente no lleva a cabo su función, así como los efectos globales que ello tiene. Como los propios autores indican al final de su trabajo, evalúan la fisiología de una maquinaria eucariota, pero también sus efectos patológicos cuando no funciona correctamente.
El trabajo abre vías de investigación importantes. Los autores se concentran en el espliceosoma humano, pero esta es una maquinaria general en los eucariotas, en modo alguno así de compleja en otras especies. Habría que ver qué ha ocurrido con su evolución.