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Ignacio Melero

Catedrático de Inmunología de la Universidad de Navarra, investigador del CIMA y codirector del departamento de Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra

Se trata de un estudio retrospectivo de los pacientes tratados con células CAR-T (CAR19) para el tratamiento de linfomas. En una serie de más de 700 pacientes solamente detectaron un linfoma secundario, pero que no está formado por células CAR-T ni tiene mutagénesis insercional (por inserción del gen CAR codificado por el correspondiente vector lentiviral). La causa del segundo linfoma está relacionada con las mutaciones de la hematopoiesis clonal que tenía el paciente como factor de predisposición y muy posiblemente con el virus de Epstein Barr.  

Un mensaje importante es que el riesgo de transformación maligna de las células CAR-T no es cero, pero probablemente es muy bajo. El balance riesgo-beneficio es claramente muy favorable si hablamos de tratar leucemias, linfomas o mielomas, pero podría llegar a ser cuestionable para el tratamiento de enfermedades autoinmunes, sobre todo infantiles, tales como el lupus eritematoso sistémico neonatal. Este trabajo apunta a que el riesgo de linfomas T originados en células CAR-T debe de ser muy bajo y posiblemente tolerable en estas indicaciones para enfermedades no malignas. 

Este trabajo viene a argumentar en esa dirección y los autores hacen un excelente trabajo de detective molecular para probar, sin lugar a dudas, que el segundo linfoma que aparece en uno de los pacientes no está constituido por las células CAR-T transformadas.

ES