Markus Donat
Profesor ICREA, colíder del grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center
El estudio se suma a nuestra comprensión científica de cómo el cambio climático aumenta el riesgo de inundaciones graves. Por un lado, una atmósfera más cálida puede retener más agua, lo que aumenta las cantidades de precipitación en aguaceros intensos. Por otro lado, existe una tendencia a que la circulación atmosférica durante el verano se vuelva más estacionaria.
Esto hace que los sistemas meteorológicos permanezcan en el mismo lugar durante más tiempo y, en el caso de los eventos de precipitación, que caiga más lluvia en la misma zona en lugar de distribuirse en regiones más amplias. Ambos factores deben tenerse en cuenta al prepararse para el riesgo futuro de inundaciones.