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Marisol Soengas

Jefa del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

El estudio es importante porque, aunque en general se sabe que la incidencia del cáncer de piel lleva aumentado durante décadas, las estadísticas no son completas y no hay buenos predictores de tendencias hacia el futuro. Tampoco hay publicaciones exhaustivas sobre el impacto de la distribución geográfica (que aquí consideran relacionada al estatus socioeconómico) en distintas franjas de edad.

Aquí se analiza la incidencia, prevalencia e impacto en salud (pérdida relativa de años por discapacidad) de los tres tipos de tumores más frecuentes de cáncer de piel: melanoma, carcinomas basocelulares y carcinomas escamosos y se estiman predicciones para los años 2050.

Una limitación del trabajo es que se circunscribe a personas mayores de 65 años. Esta consideración probablemente refleja el hecho de que las personas de estas edades tradicionalmente acumulan más alteraciones moleculares y más daño celular en la piel, pero habría sido interesante analizar una población más joven que también está en riesgo de desarrollar este tipo de tumores.

Como resultados más relevantes cabría destacar que, aunque la incidencia y prevalencia de los distintos tipos de cáncer ha aumentado en el período de estudio (1990-2021), sin embargo, las tasas de mortalidad y pérdida de años de vida en pacientes con melanoma han disminuido, y para el 2050 se espera una reducción aún mayor, del 45%. Estas son buenas noticias. Los autores no analizan las causas, pero probablemente estén relacionadas con una mejora en la prevención, diagnóstico temprano y el desarrollo de tratamientos más eficientes.

El carcinoma escamoso está también en aumento (en 2021 hubo 1,4 millones de casos nuevos), particularmente en los hombres (un 230 % más frecuente que en mujeres). Se espera también una reducción en el número de muertes.

Las peores noticias se refieren al carcinoma basal. Este es el tumor con mayor incidencia (2,8 millones de casos nuevos en 2021), y con mayor de mortalidad y de pérdida de calidad de vida (morbilidad relacionada con años perdidos por discapacidades). Estas cifras y tendencias son peores en hombres, y curiosamente, en países con alto índice sociodemográfico. La exposición solar, un aumento del envejecimiento y distintos estilos de vida parecen empeorar la incidencia del cáncer de piel en países que deberían de poseer mejores sistemas de salud.

ES