Marcos Malumbres
Jefe del Grupo de División Celular y Cáncer del CNIO y profesor visitante en el Instituto del Cáncer Dana Farber en la Universidad de Harvard (Boston)
Este estudio emplea una variedad de técnicas en ratones vivos, junto con estudios moleculares y celulares, para demostrar que una dieta baja en carbohidratos y rica en grasas aumenta la generación de plaquetas. Los datos bioquímicos están muy bien analizados y el estudio es muy completo, con una gran variedad de tecnologías moleculares para ligar la dieta cetogénica con los niveles de beta-hidroxibutirato circulante y la activación de los programas de maduración y diferenciación de megacarióticos para producir plaquetas. Así mismo, la dieta cetogénica es capaz de mantener los niveles de plaquetas altos en ratones tratados con quimioterapia en un estudio bien controlado y analizado, lo cual le añade un interés terapéutico en diversas condiciones de trombocitopenia (contaje bajo de plaquetas). En general, es importante entresacar que el estudio describe una actividad específica en ensayos controlados que puede tener repercusiones y utilidad, pero no pretende defender las dietas cetogénicas frente a otras dietas como estilo de vida habitual, lo cual requiere estudios a largo plazo.
Este trabajo se une a una tendencia en los últimos años a analizar el efecto de intervenciones nutricionales en múltiples parámetros de salud e incluso en la repuesta a tratamientos terapéuticos agresivos como la quimioterapia contra el cáncer. Las dietas cetogénicas se han discutido mucho en los últimos años y han mostrado tener algunas ventajas específicas en situaciones controladas. Este estudio añade un nuevo parámetro no estudiado con anterioridad: el efecto sobre los niveles de plaquetas. El estudio demuestra que una dieta cetogénica produce niveles alto de hidroxibutirato. Este compuesto se usa actualmente como suplemento nutricional para ganar masa muscular, entre otras cosas. El trabajo añade una nueva utilidad de este compuesto químico para aumentar los niveles de plaquetas. Este aumento no es necesario en la mayor parte de las personas, pero puede ser muy relevante para ciertos tipos de enfermedades, así como en tratamientos de quimioterapia que frecuentemente resultan en trombocitopenia (recuento deficiente en plaquetas).
Los ensayos que se han hecho en ratones y humanos analizan el efecto de la dieta cetogénica a corto plazo. En estos ensayos, esta dieta disminuye el peso corporal, aumenta los cuerpos cetónicos en la sangre, y resulta en un aumento de las plaquetas circulantes. Es quizás difícil predecir los efectos a más largo plazo, ya que en humanos se ha descrito que las dietas cetogénicas pueden conducir a aumento de peso a largo plazo. Tampoco queda claro si hay datos que avalen que los suplementos de hidroxibutirato, en qué medida y en qué condiciones nutricionales, podrían mejorar los contajes de plaquetas. Por otra parte, los datos en donde se analiza el efecto de la dieta cetogénica en respuesta a quimioterapia son retrospectivos, y aunque se encontraron diferencias estadísticas que muestran mayor número de plaquetas en los pacientes con dieta cetogénica, esta parte del trabajo tiene limitaciones importantes en el número de pacientes y la falta de control de diversos parámetros que son difíciles de analizar en estos estudios retrospectivos. Sin duda, los datos publicados sugieren la necesidad de realizar estos estudios controlados en personas sea con dieta cetogénica o suplementación con hidroxibutirato.