Mar Faraco
Expresidenta y actual secretaria de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE) y jefa de Servicio de Sanidad Exterior en Huelva
En mi opinión, el curso que sigue actualmente la viruela de los monos en el mundo cumple la definición de Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII), por lo que esta declaración oficial es adecuada y necesaria.
Según el Reglamento Sanitario Internacional (2005)- RSI (2005), una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) se declara ante eventos extraordinarios en un territorio que ya constituyen un riesgo para la salud pública de otros Estados a causa de la propagación internacional de una enfermedad, y precisan una respuesta internacional coordinada.
Se declara en casos de enfermedad “grave, repentina, inusual o inesperada” que tiene implicaciones para la salud pública más allá del Estado afectado; y que puede requerir una acción internacional inmediata.
Desde los primeros siete casos (en Reino Unido en mayo de 2022, inesperados tanto por su número en pocos días como por la falta de antecedentes de viaje a ningún país donde se conocía la existencia de la enfermedad), hasta ahora, la expansión de la enfermedad es definitivamente "grave, repentina, inusual e inesperada".
Con ya más de 14.000 casos conocidos, con todas las regiones del mundo afectadas (de una enfermedad que era solo conocida en África), y con la transmisión establecida de forma autóctona en zonas nunca endémicas, la declaración de ESPII es una herramienta fundamental para otorgar oficialmente la importancia que merece esta situación. Esta declaración conlleva medidas de vigilancia, acciones de respuesta y responsabilidades mejor coordinadas a nivel global, lo que es ya claramente una necesidad.