Mar Faraco
Expresidenta y actual secretaria de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE) y jefa de Servicio de Sanidad Exterior en Huelva
La aprobación de la vacuna contra el dengue de Takeda es una muy buena noticia y no por esperada menos importante. El dengue es la enfermedad emergente que afecta a zonas tropicales y subtropicales del mundo con mayor expansión en la actualidad y la aprobación de esta vacuna en Europa otorga una herramienta de prevención fundamental para los viajeros internacionales. El crecimiento global de los desplazamientos internacionales es también un fenómeno creciente con una gran importancia sanitaria, tanto a nivel individual como para la salud pública global, ya que los tránsitos de personas entre países son una de las causas principales de la expansión mundial de las enfermedades infecciosas.
El proteger a estos viajeros contra el dengue, uno de los diagnósticos más frecuentes en enfermedades importadas, resultará en un beneficio doble, protegiendo al individuo y disminuyendo el riesgo de importar esta enfermedad a los países de origen de los viajeros en Europa, muchos de ellos –incluida España– países donde el riesgo de introducción y establecimiento de esta enfermedad es una realidad, ya que las condiciones climáticas han favorecido la introducción y adaptación del principal mosquito vector del dengue, Aedes albopictus (el conocido como "mosquito tigre").
Como refiere la nota de prensa, existe otra vacuna aprobada por la EMA contra esta enfermedad, pero con un inconveniente que impide su uso en general para la protección de viajeros de zonas no endémicas de dengue. Para poder ser administrada con seguridad y ejercer su efecto protector es preciso haber tenido infección previa por algún serotipo del virus. De lo contrario, los mecanismos inmunes que produciría sin este antecedente constituyen un riesgo mayor que el beneficio, de forma similar a lo que sucede con las infecciones por los diversos serotipos virales. Esto conlleva que, en países no endémicos, sin dengue, sea una vacuna no comercializada y que no se utiliza en protección de viajeros internacionales. La nueva vacuna no presenta este inconveniente y, por tanto, sí es esperable una amplia utilización de esta vacuna en la protección de la salud de los viajeros.