Pere Puigdomènech
Profesor de investigación emérito el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) y presidente del Comitè per a la Integritat de la recerca a Catalunya (CIR-CAT)
El estudio sorprende por los altos porcentajes de respuestas que admiten haber cometido algún tipo de malas prácticas (un 43 %). No son resultados parecidos a estudios anteriores realizados en otros países. Las razones pueden ser que se ha realizado en un universo muy específico de investigadores clínicos que han respondido voluntariamente. Hay respuestas que me parecen sorprendentes como que un 2 % hayan utilizado artículos comprados, algo realmente extremo.
La conclusión sería que, aunque los resultados de este estudio necesiten ser confirmados, existe un universo de investigadores que trabaja en un entorno en el que las malas prácticas son consentidas de alguna manera y esto es preocupante. Ya hemos repetido desde hace años que es necesario y urgente que en España se haga un trabajo de concienciación de estas cuestiones. Sería también preciso que hubiera sistemas de análisis de malas prácticas y que se tomaran medidas disciplinarias en los casos más graves.