Lourdes Migura
Investigadora del IRTA-CReSA experta en resistencias antimicrobianas
Desde que se implementó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) se ha llevado a cabo una campaña de concienciación de uso prudente de los antibióticos. Desde la sanidad animal se han puesto en marcha diferentes programas para reducir el consumo de antibióticos en las diferentes especies animales, especialmente las dirigidas a consumo humano.
Desde el sector productivo, los profesionales como veterinarios y ganaderos han hecho un gran esfuerzo dirigido a prevenir la entrada de las enfermedades y la transmisión de estas dentro de las granjas mejorando la bioseguridad, la higiene y el manejo, siempre manteniendo el bienestar de los animales.
También se han buscado alternativas a los antibióticos como aditivos naturales, probióticos, etc., que, añadidos en las dietas, repercutan en un buen balance de las bacterias beneficiosas que residen en el intestino, dificulten la entrada de patógenos y mantengan una buena salud intestinal. Y, algo muy importante, se han dejado de usar mezclas de medicamentos y, cada vez más, se tiende a hacer tratamientos individualizados o de grupo.
Desgraciadamente, en ganadería estamos muy lejos de tener vacunas eficientes para gran parte de los patógenos, y a pesar de tomar medidas preventivas, cuando los animales enferman el tratamiento antibiótico es imprescindible, siempre comenzando por antibióticos que tengan poca repercusión en medicina humana para reducir la emergencia de bacterias resistentes de importancia crítica para la salud humana.