Lluís Brotons
Investigador del CSIC en el CREAF y co-coordinador del Laboratorio de Biodiversidad y Ecología del Paisaje
El acuerdo es un fracaso bastante claro, desde mi punto de vista. Hay un paso adelante en el reconocimiento de algo importante, la injusticia que genera el cambio climático y la importancia de compensar esa injusticia con el fondo de Loss and damage, pero, de momento, es un fondo muy vacío. En el apartado de la mitigación los pasos adelante han sido más bien hacia atrás porque el tiempo corre.
Desde un punto de vista más general, mi impresión es que hay cada vez hay un reconocimiento más palpable de que para combatir el cambio climático (y por extensión, la crisis ambiental global) las bases de la economía mundial deben cambiar bastante radicalmente y esto hace temblar la base estructural que ostenta el poder actualmente. Que solo se haya avanzado en los mecanismos que compensan los efectos del cambio y no en su mitigación hace pensar sobre la dificultad ante la que nos encontramos.