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Ivan Koychev

Investigador clínico principal de la Plataforma de Demencias del Reino Unido y miembro del departamento de Psiquiatría, Universidad de Oxford, Warneford Hospital (Reino Unido)

La decisión de la EMA sobre el lecanemab refleja las complejas consideraciones que hubo que tener en cuenta. Por un lado, se trata de una opción terapéutica novedosa que parece afectar a las causas de una enfermedad devastadora para la que actualmente solo disponemos de tratamiento sintomático. Una aprobación habría sido una señal positiva para seguir innovando en el desarrollo de fármacos contra la demencia y habría creado un impulso para rediseñar las vías de atención de la demencia en la UE y en otros lugares.  

Por otro lado, los beneficios cognitivos para la fase sindrómica de la enfermedad de Alzheimer son, en el mejor de los casos, modestos y se producen en el contexto de importantes efectos secundarios. Además, la inversión necesaria para desplegar este novedoso tratamiento contra la demencia es considerable: un análisis económico demostró que el coste del medicamento por sí solo equivale a la mitad del presupuesto actual de medicamentos de la UE (suponiendo que se administrara a todas las personas que cumplen los requisitos).  

En mi opinión, la decisión presiona a la EMA para que elabore unas directrices claras sobre qué es un beneficio clínicamente significativo en la enfermedad de Alzheimer sindrómica. Esto ayudará a mantener el impulso creado por el gran avance de las terapias de eliminación del amiloide y ofrecerá esperanza a quienes padecen demencia o corren el riesgo de padecerla.

ES