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Katie O'Brien

Epidemióloga del cáncer, científica del National Institute of Environmental Health Sciences (EE. UU.)

Trabajé con un grupo de otros científicos para evaluar los estudios utilizados en el informe de la IARC sobre el talco. Los estudios aportaron pruebas de que el talco es probablemente carcinogénico para los seres humanos. Las pruebas eran más sólidas en los estudios con células humanas y animales, pero también había muchos estudios epidemiológicos que mostraban sistemáticamente una mayor incidencia de cáncer de ovario entre las mujeres que declaraban haber usado polvos de talco en la región genital. La autodeclaración a veces puede ser poco fiable y hay otro factor de confusión: el amianto. Los polvos de talco pueden contener trazas de asbesto (amianto), que también es carcinógeno. Así pues, las pruebas de los estudios en humanos no eran lo bastante sólidas como para afirmar que el talco causa cáncer de ovario.     

Las normas de la industria para analizar la presencia de asbesto en los productos de consumo a base de talco no son suficientes para descartar la contaminación por amianto, por lo que no se pudo determinar si la relación entre los polvos corporales y el cáncer de ovario se debe al talco o al asbesto. Las mujeres deben tener en cuenta los posibles efectos sobre la salud tanto del talco como del asbesto cuando tomen decisiones sobre el uso de polvos corporales y otros productos de cuidado personal a base de talco.   

El objetivo del informe de la IARC sobre el talco es evaluar su potencial cancerígeno.  Este informe será utilizado ahora por los organismos reguladores de todo el mundo para evaluar el riesgo real para los seres humanos y establecer normas o directrices de seguridad para la exposición al talco.

ES