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Josefina Cruz

Oncóloga médica del Hospital Universitario de Canarias en Tenerife y coordinadora de la sección de Prevención y Diagnóstico Precoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

En principio es un artículo de buena calidad. Recoge una muestra de más de 400.000 mamografías hechas en mujeres en Europa y América analizadas por una IA que ya tiene autorización de la FDA como adecuada para lectura mamográfica. Valora su valor predictivo de padecer cáncer de mama respecto a la predicción de mayor riesgo que tiene el tener mamas densas y se objetiva que discrimina mejor el riesgo de cáncer de mama a partir de imágenes que el radiólogo es incapaz de ver en esa etapa tan inicial. Normalmente el tener mamas densas, que hace que en la mamografía sea más difícil de detectar precozmente el cáncer de mama, se ve con mayor frecuencia en población joven premenopáusica. 

Las implicaciones serían que, en pacientes jóvenes, donde predominan las mamas densas, la IA podría detectar precozmente lesiones que la mamografía de cribado normal no puede hacer en esta población, con lo que aumentaría el diagnóstico precoz de cáncer de mama en población joven y una mayor curación con tratamientos menos invasivos en esta población. 

[En cuanto a posibles limitaciones] Para incluir el acceso a esta IA en los programas de cribado de esta población habría que valorar el coste-efectividad, teniendo en cuenta los costes que podría suponer y el hecho de que puede acarrear falsos negativos: tras informar a la paciente de que puede tener un cáncer y que hay que intentar conseguir una biopsia cuando sea factible, el que el resultado sea después negativo no debe hacer olvidar el estrés que puede suponer para la mujer. Además, las lesiones que detecta la IA puede no detectarlas el ojo humano y haya que esperar a que aparezcan para poder realizar estudio de biopsia que lo confirme, con la ansiedad que puede crear en las mujeres que tengan que pasar por este proceso.

ES