José Miguel Viñas
Meteorólogo de Meteored en www.tiempo.com y consultor de la OMM (España)
Se prevé una intensificación del calor a partir del fin de semana que podría dar lugar a algunos récords de temperaturas máximas de septiembre y octubre. Aunque existen precedentes de un calor de un orden de magnitud parecido en otros inicios del otoño, se ha producido una significativa concentración en los últimos años.
Estamos asistiendo a una transición en la que, lo que hasta hace no mucho era excepcional, comienza a ser habitual. Es la nueva realidad climática. Está aumentando el número de días calurosos, se producen cada vez más de esos días en primavera y en otoño, lo que tiene como consecuencia el alargamiento del tiempo veraniego. En el pasado siempre hubo episodios de calor tanto en primavera como en otoño, pero no con la frecuencia y magnitud con los que se están produciendo en la actualidad.
Tenemos que adaptarnos con rapidez a este nuevo marco climático. Las altas temperaturas tienen un impacto directo y negativo en la salud, aparte de los peligros que suponen los fenómenos meteorológicos extremos, que observamos que son cada vez más intensos. Somos vulnerables a ellos y tenemos que adoptar medidas de protección, comenzando por la prevención. Aparte de esto, para esquivar los peores escenarios que plantean las proyecciones climáticas, debemos reducir con urgencia las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles. Hay que hacerlo de forma decidida y a escala global, lo que implica cambiar profundamente el modelo de sociedad insostenible que hemos ido creando. Es un reto difícil, pero no imposible.