José Hernández-Orallo
Catedrático del Valencian Research Institute for Artificial Intelligence (VRAIN), Universitat Politècnica de València, e investigador en Leverhulme Centre for the Future of Intelligence, University of Cambridge
Ha sido una sorpresa, no por la calidad y contribuciones de los galardonados, sino porque son dos científicos multidisciplinares que, originarios de campos como la Física o la Psicología, han sentado las bases de las redes neuronales artificiales y el aprendizaje automático, tal y como los conocemos.
Para mí, es un reconocimiento también a la relevancia que la inteligencia artificial está teniendo en nuestras vidas y, en particular, en muchos avances científicos recientes. La ciencia y la tecnología del siglo XXI van a ser hijas de la inteligencia artificial. Una vez más, este premio demuestra los vasos comunicantes en la ciencia y la tecnología, donde muchos fenómenos y teorías que nacen de la Física o de la Neurociencia, tienen su contrapartida en Computación, y acaban convirtiéndose, tras décadas de refinamiento y el trabajo de mucha otra gente más anónima, en las tecnologías que están cambiando el mundo.
En definitiva, la Computación es Matemáticas, es Física, es Psicología, es Biología, es todas las ciencias. Sin ella, y sin la inteligencia que deriva de ella, no se podrá entender el mundo.