F. Javier Membrillo de Novales
Vicepresidente y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y coordinador del Grupo de Trabajo de Mpox de SEIMC
La declaración de Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional por parte de la OMS llega en el momento en el que tiene que llegar. Llega cuando queda claro que las medidas de control nacionales no son suficientes, que la información a la población no interrumpe las prácticas de riesgo, que se están estableciendo cadenas de transmisión no solo ligadas a las prácticas sexuales, con contagios intrafamiliares, incluso de niños, y en el momento en el que vemos que el acceso a las vacunas y a los tratamientos antivirales no es universal. No solo no es universal respecto a los países en vías de desarrollo, sino en países como España, donde los antivirales como Tecovirimat están muy limitados, acabándose, y las dosis de vacunas de tercera generación son escasas y no están permitiendo llevar a cabo un plan más ambicioso de vacunación de la población de riesgo.
¿Qué supone la declaración? Supone que se podrán tomar medidas internacionales que deberían facilitar, sobre todo, el acceso a esas vacunas y a esos tratamientos antivirales por parte de todos los países. En nuestro caso, probablemente, para facilitar la cooperación entre países europeos para distribuir a aquellos que tienen mayor necesidad.