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Josep Maria Suelves

Investigador del Behavioural Design Lab en el UOC eHealth Center, vocal de la junta directiva de la Sociedad de Salud Pública de Cataluña y de Baleares y vicepresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo

Este año se cumple el 20º aniversario de la entrada en vigor del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), el primer gran acuerdo internacional sobre salud pública impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de evitar más de 8 millones de muertes prematuras causadas anualmente por el tabaco en todo el mundo.  

Las principales medidas que propone la OMS para la prevención y el control del tabaquismo se resumen en el acrónimo MPOWER, formado al escribir en inglés las seis líneas de actuación siguientes: monitorizar el uso de tabaco, proteger a la población del humo de tabaco, ofrecer ayuda para dejar de fumar, advertir sobre los riesgos del tabaco, hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad y promoción del tabaco, y aumentar los impuestos al tabaco.  

El Informe 2025 sobre la epidemia mundial del tabaco que acaba de publicar la OMS muestra que 155 países han implementado al menos una de las seis medidas MPOWER desde la aprobación del CMCT, protegiendo así frente al tabaco a 6.100 millones de personas, que constituyen el 75 % de la población mundial. La OMS estima también que, en todo el planeta, actualmente fuman 300 millones de personas menos que en 2008. 

El informe de la OMS destaca el elevado grado de implementación de gran parte de las medidas MPOWER en España, aunque hay acciones en las que convendría avanzar. Así, aunque en España —como en toda la Unión Europea— es obligatorio incluir ilustraciones y advertencias sobre los efectos del tabaco en los paquetes de cigarrillos, todavía no se ha aprobado el empaquetado neutro. En todo el mundo, 25 países han adoptado con éxito el paquete neutro de tabaco, consistente en dotar de un envoltorio uniforme todos los paquetes de cigarrillos independientemente de la marca, lo que resta atractivo al tabaco y mejora la percepción de las advertencias sanitarias, y que ha demostrado reducir el inicio del tabaquismo en la adolescencia y favorecer el abandono entre las personas fumadoras. 

De igual modo, aunque España somete los productos del tabaco a un régimen fiscal que contribuye a aumentar los precios de venta, e incluso ha aprobado recientemente un impuesto especial sobre otros productos con nicotina como los cigarrillos electrónicos, el informe muestra que los cigarrillos son hoy más asequibles que en 2014.  

En resumidas cuentas, el Informe 2025 sobre la epidemia mundial del tabaco muestra los avances a lo largo de dos décadas para reducir el impacto del tabaco sobre la salud pública tanto a nivel global como en España, al tiempo que subraya la necesidad urgente de adoptar medidas de efectividad demostrada como el empaquetado neutro o el aumento de los precios del tabaco, tal como diferentes organizaciones como el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo vienen reclamando en nuestro país.

ES