Reacción a "Un terremoto de magnitud 7,7 sacude Myanmar"
Ilan Kelman
Profesor de Desastres y Salud del Institute for Risk and Disaster Reduction (IRDR) de University College de Londres (UCL)
Hacer llegar ayuda humanitaria a las zonas más afectadas de Birmania/Myanmar podría no ser políticamente fácil. En 2008, el ciclón Nargis mató a más de 130.000 personas en el país. El gobierno tardó días en aceptar ayuda significativa y luego inhibió su entrega.
Para que la 'diplomacia de desastres' funcione, es necesario que el mundo y las autoridades afectadas por el desastre cooperen. Muchos gobiernos que han gobernado Birmania/Myanmar han sido altamente controladores, incluido el golpe militar de febrero de 2021. Ayudar a las personas necesitadas sin apoyar a un gobierno opresivo es una situación delicada para los donantes de ayuda, lo que se ve dificultado por los informes de daños en los sistemas de transporte y comunicación.
El mantra habitual es que 'Los terremotos no matan a las personas; la infraestructura que colapsa lo hace'. Los gobiernos son responsables de las normativas de planificación y los códigos de construcción. Este desastre pone de manifiesto lo que los gobiernos de Birmania/Myanmar no hicieron mucho antes del terremoto, lo que habría salvado vidas durante las sacudidas.