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Hussein Abbass

Investigador de la facultad de Ingeniería y Tecnología de la Información de la UNSW-Canberra (Australia)

Mis 35 años de experiencia como investigador en IA me han enseñado que la IA no reúne los requisitos para la autoría académica. 

Los artículos académicos son un tipo de publicación único debido a las expectativas de innovación y descubrimiento. La autoría es una sección sagrada en las publicaciones académicas. Debemos detenernos y preguntarnos: ¿qué ha cambiado para exigir la autoría de una IA?  

La autoría académica tiene cuatro pilares: contribución, integridad, responsabilidad y consentimiento; la IA no puede rendir cuentas y no tiene la voluntad ni la capacidad de dar su consentimiento; los sistemas actuales de IA no pueden garantizar la integridad sin la supervisión humana; en pocas palabras, la autoría de los artículos académicos es una responsabilidad humana y no es apropiada para una IA. 

La IA ha estado realizando descubrimientos científicos desde sus inicios. Gracias a los grandes modelos lingüísticos, se han logrado avances significativos que permiten a la IA automatizar parcial o totalmente el método científico en contextos definidos, lo que abre la posibilidad de que la IA genere automáticamente artículos académicos. 

¡La autoría es un juego diferente! Como defensor de la IA y como psicólogo especializado en IA que diseña y diagnostica la cognición y el comportamiento de la IA, hay una línea sagrada que no cruzo: la línea que distingue a los humanos de las máquinas; la autoría académica solo tiene sentido para los humanos, no para la IA.  

ES