Alicia Herrera Ulibarri
Investigadora de excelencia "Viera y Clavijo" en el grupo de investigación EOMAR IU-ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Estos pellets representan un problema medioambiental muy grave, ya que pueden permanecer mucho tiempo en el ambiente —entre 50-70 años— y degradarse en partículas más pequeñas formando microplásticos. El peligro para los organismos marinos es, por una parte, el daño físico que puede provocar su ingestión, y por otro, el daño causado por los contaminantes químicos asociados.
Estos contaminantes químicos pueden estar en los pellets, si estos llevan algún tipo de aditivo, o pueden adquirirlos del medio. Hay contaminantes químicos que están en muy bajas concentraciones en el ambiente, pero se pegan a las paredes de los pellets y eso provoca que se concentren allí, lo que los hace más peligrosos para los organismos marinos que los ingieran.
En estudios realizados en pellets recogidos en Canarias encontramos más de 80 tipos de contaminantes asociados, entre ellos pesticidas, retardantes de llama y filtros UV.
Por otra parte, en experimentos realizados en peces alimentados con pienso y un 10 % de microplásticos y pellets que el grupo EOMAR recogió de las playas y que tenían contaminantes químicos asociados, se ha constatado que estos contaminantes químicos pasaron al hígado de los peces.
Es por ello que, según aconseja el grupo de investigación del instituto ECOAQUA, en el caso del vertido de pellets en las costas de Galicia es fundamental disponer de toda la información acerca de estos productos, qué tipo de plástico es, si los pellets contienen aditivos y si en la ficha técnica figura algún tipo de especificación al respecto. Además, es importante retirar rápidamente los pellets de la costa, evitando así que se mezclen con arena y algas, lo que hace mucho más difícil su colecta.