Graciela Gómez Nicola
Profesora titular del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución (Zoología) de la Universidad Complutense de Madrid
Este riguroso estudio proporciona una visión real y objetiva del estado tan lamentable en el que se encuentra la biodiversidad en las aguas dulces a nivel mundial. El panorama podría ser aún más alarmante si se consideraran otros grupos animales no incluidos en el estudio, como los moluscos, que tienen un nivel de riesgo de extinción también muy elevado. El declive acelerado de la biodiversidad de ríos, lagos y humedales lleva observándose décadas, pero las acciones para revertirlo han sido muy escasas.
Los resultados del estudio son una llamada urgente a la acción para los organismos responsables de la gestión de las aguas continentales, ya que las principales amenazas que existen sobre su biodiversidad son la contaminación, la fragmentación fluvial por presas y azudes y la extracción de agua para distintos usos. Tal como refleja el artículo, es cierto que existe todavía mucho desconocimiento sobre la distribución y estado de conservación de los organismos de aguas dulces, pero esto no debe servir como excusa para la inacción. La ciencia progresa mucho en este ámbito, pero son necesarios más recursos económicos y humanos para alcanzar el mismo nivel de conocimiento que tienen otros grupos animales más reconocidos por la sociedad, como las aves o los mamíferos. Es urgente que la sociedad reconozca el valor de los organismos que habitan las aguas dulces; solamente entonces se podrá lograr la conservación de este patrimonio natural único.
En el estudio, la península ibérica aparece como una de las zonas con mayor riqueza de especies acuáticas amenazadas a nivel mundial, sin duda debido al elevado número de peces endémicos con distribuciones restringidas que habitan en sus cuencas fluviales, de los que aproximadamente el 85 % se encuentra amenazado de extinción. Además de la combinación de amenazas antes citada, los peces de agua dulce también se enfrentan a la sobrepesca, a la expansión de especies invasoras y a los impactos del cambio climático.