José Gómez Rial
Jefe de Servicio de Inmunología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Este informe de la OMS sobre el impacto de las vacunas en la reducción de las resistencias antimicrobianas subraya varios puntos clave importantes.
En primer lugar, el papel crucial de las vacunas en la prevención de infecciones. Evitando las infecciones primarias las vacunas reducen la necesidad de tratamientos antimicrobianos, lo que disminuye la presión selectiva sobre el desarrollo de resistencias. Se estima que con las vacunas actuales se puede reducir el uso de antibióticos diarios en 142 millones de dosis diarias cada año, y con las vacunas en desarrollo se podría reducir hasta en 1.900 millones. Este dato es fundamental de cara a lograr una menor exposición a antibióticos y, por tanto, menor selección de bacterias resistentes.
El informe enfatiza la necesidad de integrar estas métricas de reducción de uso de antibióticos en los ensayos clínicos de las nuevas vacunas. Este aspecto es clave para asegurar que las nuevas vacunas no solo se evalúen por su eficacia e inmunogenicidad, sino también por su impacto en la reducción de las resistencias antimicrobianas. También se recomienda que los programas de inmunización a nivel global incluyan explícitamente la reducción de las resistencias antimicrobianas como uno de sus objetivos, lo que refuerza la importancia de las vacunas como una estrategia clave en salud pública.
Las vacunas representan una herramienta poderosa tanto para la prevención de enfermedades como para mitigar uno de los mayores desafíos de salud pública del siglo XXI, como son las resistencias antimicrobianas. Es la denominada ‘pandemia silenciosa’ de este siglo, ya que no tiene la visibilidad inmediata de una pandemia viral como la de covid-19 pero que está causando un número creciente de muertes y complicaciones en todo el mundo. Según datos de la propia OMS, las resistencias antimicrobianas causaron en el año 2019 cinco millones de muertes en todo el mundo y se espera que esta cifra aumente drásticamente en las próximas décadas si no se toman medidas urgentes.