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Gary Konstantinoudis

Investigador del Imperial Research College en el MRC Centre for Environment and Health (Reino Unido)

Este estudio de alta calidad, que utiliza datos de múltiples países europeos, proporciona valiosas ideas sobre el impacto de las temperaturas no óptimas en la mortalidad no accidental. 

El análisis se basa en un artículo anterior de The Lancet, que asume que el efecto de la temperatura en la mortalidad no accidental por todas las causas es constante entre 2000 y 2019. Estudios previos, incluyendo uno con datos superpuestos, han hallado una disminución en el impacto de la mortalidad por calor a lo largo del tiempo, debido a factores como cambios en la infraestructura y mejoras en la atención sanitaria. No tener en cuenta esto podría sobreestimar el impacto futuro del calor en la mortalidad. 

Según la literatura, se espera que la mayoría de las muertes estimadas ocurran entre individuos con condiciones crónicas subyacentes, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias, o aquellos con problemas preexistentes de salud mental. En el futuro, será crucial diferenciar el impacto específico de la temperatura en estas condiciones y tener en cuenta sus tendencias evolutivas al hacer proyecciones.

ES