El calentamiento global ha producido un aumento de más de un grado a escala planetaria desde principios del siglo XX; sobre la península ibérica el aumento de temperatura ha sido de más de dos grados en verano. Más allá de los cambios constatables en el clima medio, los extremos climáticos generan muchos impactos en la sociedad y los ecosistemas. Sabemos que a lo largo de las últimas décadas ha habido un aumento en la intensidad de las olas de calor, con claras tendencias en las temperaturas máximas, de forma consistente con las estimaciones de los modelos climáticos. Los mecanismos por los cuales aumentan los extremos climáticos como respuesta al calentamiento global son objeto de estudio actualmente. 

Uno de los mecanismos que se estudian en la actualidad está asociado a la presencia de ondas atmosféricas a escala planetaria (ondas de Rossby de un determinado número de onda) muy estables que pueden amplificar el comportamiento de extremos climáticos. Este mecanismo se conoce como fenómeno de amplificación cuasirresonante (del inglés, QRA) de ondas a escala sinóptica, que contribuye a que se generen de forma casi simultánea varias regiones del hemisferio norte situaciones meteorológicas extremas que permanecen durante mucho tiempo.  

Este trabajo analiza en bases de datos observacionales y de reanálisis la evolución de este tipo de situaciones desde mediados del siglo XX. Los autores muestran un aumento, triplicación, en la frecuencia de fenómenos de resonancia en el verano del hemisferio norte, y argumentan que consistente con amplificación por resonancia asociada al aumento de las temperaturas en el Ártico y el contraste tierra-mar; resultantes estos últimos del calentamiento global en desarrollo. 

Esta línea de trabajo ha suscitado cierta controversia y polémica científica a lo largo de los últimos años, un buen ejemplo de cómo avanza la ciencia. No obstante, este trabajo, sin duda, contribuirá a esclarecer los mecanismos por los cuales existe un aumento de frecuencia e intensidad de eventos extremos en el verano del hemisferio norte y contribuirá a entender mejor cómo el cambio climático influye en la ocurrencia de eventos extremos y a la atribución de estos.

ES