Fernando González Candelas
Catedrático de Genética de la Universidad de Valencia e investigador en la Unidad Mixta Infección y Salud Pública FISABIO/Universitat de Valencia
¿Qué se sabe sobre esta nueva variante?
Es una variante que aparece ligada a un brote en una zona en la que había muy poca circulación del virus y con mucha población no vacunada. Esta variante enseguida parece que esté creciendo de forma desmesurada, sobre todo, porque al estar asociada a un brote, casi todos los casos que dan positivos están relacionados con él y su frecuencia relativa es inmediatamente muy elevada. Eso hace que aparentemente su tasa de crecimiento sea espectacular. Por otra parte, y esto no hay que olvidarlo, sí que es cierto que tiene muchísimas más mutaciones que las variantes que hemos visto hasta el momento. Solamente en la proteína S, en la espícula, ya hay 32 mutaciones respecto del virus original de Wuhan. Muchas de estas mutaciones en la espícula, además, se han visto en variantes de preocupación y variantes de interés previamente, pero esta es la primera en que, digámoslo así, reúne a muchísimas de ella en un solo genoma.
Lo que no está todavía claro y tardará tiempo en saberse con datos fehacientes y fiables es si la acumulación de todas esas mutaciones realmente tiene el efecto de aumento de la transmisibilidad, el escape posible a la inmunidad vacunal o a la de la infección previa, o si es más virulenta y tiene un peor progreso las personas infectadas. De todo eso no se tiene ningún dato y todo lo que podemos hacer por el momento es especular al respecto.
¿Merece especial atención en tu opinión?
Sí merece atención, pero eso: atención. Tenemos que ver que es lo que sucede con ella en más entornos, y si llega a otros países qué es lo que pasa. Para eso hay que vigilar, pero una cosa es vigilar y otra cosa es alarmar. No parece que la situación requiera una alarma, sí una vigilancia parecida a la que se estaba realizando previamente con el resto de variantes. Las vacunas siguen teniendo la efectividad elevada que tienen. Hemos visto que con el tiempo la efectividad de las vacunas va disminuyendo, de ahí las dosis de refuerzo, y no cabe prever que con esta variante vaya a ser distinto. Por tanto, vigilar pero no alarmar.
A la luz de lo que se sabe, ¿podría afectar a la efectividad de las vacunas?
Con lo que sabemos, no tenemos evidencia de que pueda afectar. Sabemos que tiene algunas mutaciones que disminuyen la capacidad de neutralización de anticuerpos concretos, pero las vacunas no disparan la producción de un único anticuerpo, sino de muchos anticuerpos (posiblemente decenas de ellos). No parece que este virus tenga la capacidad de eludir simultáneamente a todos los anticuerpos que se producen cuando una persona es vacunada. Disminución sí, pero no como para que tengamos que pensar que va a ver un aumento de la incidencia grave en personas infectadas con esta variante a pesar de estar vacunadas, lo cual no quiere decir que no se tenga que estar vigilando para, si se produce eso, tomar las medidas de control, de revacunación o de nueva formulación vacunal necesarias para corregir esa desviación indeseable.