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Fernando González Candelas

Catedrático de Genética de la Universidad de Valencia e investigador en la Unidad Mixta Infección y Salud Pública FISABIO/Universitat de Valencia

Es el primer trabajo revisado por pares que analiza el genoma del virus del mono (MPXV) a partir de pacientes involucrados en el brote recientemente detectado. 

En el estudio se emplean la mayoría de las técnicas y metodologías que se han usado en el estudio genómico del coronavirus SARS-CoV-2, adaptándolas a las características concretas del MPXV, como es su mayor tamaño (casi 10 veces más que el del SARS-CoV-2) y la naturaleza del material hereditario (ADN en vez de ARN). Esto implica una menor tasa de mutación pero que, al tratarse de un genoma mayor, permite analizar cadenas de transmisión con gran fiabilidad. 

El resultado más destacable es​ demostrar que el brote, detectado en varios países casi simultáneamente, tiene un origen único y, además, que en ese origen está implicado un virus que ha experimentado un número importante de cambios respecto a los virus más próximos de la misma especie identificados hasta el momento (relacionados con los virus endémicos en países de África central y oriental). Estos cambios genéticos parecen estar vinculados a adaptaciones al nuevo huésped (el ser humano, pues el hospedador natural del virus son distintos roedores y otros pequeños mamíferos). 

Aunque la extensión del brote de MPXV no es ni de lejos tan rápida ni tan amplia como la del SARS-CoV-2, estamos frente a un nuevo ejemplo de infección emergente que se puede expandir rápidamente por todo el mundo y que debe ser atajada cuanto antes para impedir consecuencias más graves. La vigilancia genómica de estos y otros patógenos es una de las herramientas más potentes que tenemos a nuestra disposición para alcanzar ese objetivo

ES