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Eze Paez

Investigador Ramón y Cajal en el Law & Philosophy Group de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y miembro del consejo científico del Center for Animal Ethics de la UPF

El séptimo informe de seguimiento del Acuerdo COSCE de transparencia sobre el uso de animales de experimentación científica en España es, en síntesis, un sumario de las actividades de transparencia realizadas por las 168 instituciones adheridas a dicho compromiso. Se trata, pues, de un instrumento que permite a la COSCE fiscalizar el estado de esta cuestión.  

Sin embargo, es preciso destacar las siguientes limitaciones del documento:  

  1. No es útil para la ciudadanía o para las instituciones. El documento permite a la COSCE determinar el grado de transparencia de cada uno de los adherentes según los criterios del acuerdo. Sin embargo, a partir de su lectura el público en general no puede obtener directamente información sobre el tipo de animales empleados para experimentación, el tipo de daños a los que se les somete, el porcentaje de experimentos fracasados versus exitosos, el beneficio esperable para los exitosos, las condiciones de vida de los animales empleados o los presupuestos éticos que guían la investigación. Obtener una visión panorámica de todo ello exigiría revisar las páginas web de cada una de las 168 entidades adheridas, lo cual es imposible en términos prácticos. Una transparencia real requiere de proporcionar todos los datos relevantes de forma comprensible, accesible y pública para el ciudadano medio. Dadas las circunstancias, el Acuerdo y su informe de seguimiento son un paso necesario pero insuficiente para alcanzar este objetivo.  
  2. Incorrecta transparencia en cifras. En el párrafo anterior he señalado cómo de la lectura del informe ni siquiera es posible conocer el tipo de animales usados en experimentación. Esto es porque las cifras que aparecen en él son incorrectas. Los autores afirman con razón que “lo fundamental […] no son tanto las exigencias legales, sino las acciones voluntarias y el deseo de compartir información” (p.13). Actúan de forma contraria, sin embargo, al reportar la cantidad y tipo de animales empleados, limitándose a mencionar a los animales vertebrados y a los cefalópodos usados en experimentación, que son los que caen bajo el ámbito de aplicación de la Directiva Europea y del Real Decreto sobre experimentación con animales. Un ejercicio real de transparencia daría cifras de absolutamente todos los animales invertebrados realmente usados.  
ES