Ernesto Rodríguez Camino
Meteorólogo Superior del Estado y presidente de la Asociación Meteorológica Española
Desde hace tres años se viene publicando una actualización anual de los principales indicadores del cambio climático global siguiendo lo más fielmente posible los métodos utilizados en el Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). De hecho, una de las principales conclusiones de este trabajo es que, al ritmo actual de emisiones de CO2, en poco más de tres años se alcanzará una concentración de CO2 en la atmósfera que causará un calentamiento de 1,5 °C respecto a la época preindustrial.
Esta tercera actualización de los principales indicadores insiste en el mensaje del AR6 de que, para limitar el calentamiento a 1,5 °C, se requerirá en los próximos años de una transición rápida y de largo alcance en los sistemas de energía, uso de la tierra, urbano e industrial. Como esta transición no está teniendo lugar con la velocidad y alcance necesarios, si se quiere, como prescribe el Acuerdo de París, mantener el objetivo de no sobrepasar un calentamiento de 1,5 °C, será necesario en un futuro eliminar de la atmósfera CO2 y otros gases de efecto invernadero. Esto, en definitiva, constituye una hipoteca ambiental que heredarán las siguientes generaciones, hipoteca causada por nuestra inacción frente a las causas del cambio climático que son esencialmente el uso de combustibles fósiles y la deforestación.