Autor/es reacciones

Erik Cobo

Estadístico y médico de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC)

Mucha prudencia ante un artículo que, por otro lado, no dice nada que no supieran ya nuestros antiguos: mens sana in corpore sano. 

La nota de prensa empieza bien pero luego vende el método (Mendelian Randomization) como si fuera equivalente a una asignación al azar experimental (randomization), lo que es el deseo de todos, aún por comprobar. 

Respecto al artículo, como estadístico yo debería revisar a fondo sus métodos, comprobar que sus programas funcionan y hacen realmente lo que dicen que hacen. Idealmente, debería acceder a sus datos y ver que puedo reproducir sus métodos, lo que obviamente me llevaría más tiempo del que cualquier lector dispone. Por ello, visto lo atrevido de su título, explicaré por qué este estudio debería considerarse como una simple idea que se lanza a la comunidad, no un resultado científicamente contrastado, lo que requiere que otros puedan reproducir los métodos y replicar los resultados en unos nuevos datos. Por brevedad, me centraré en dos aspectos. 

El título habla de efectos, lo que está reservado para artículos experimentales que asignan al azar una intervención y esperan en el tiempo para recoger todos sus posibles efectos, los positivos deseados, pero también los inesperados. Dentro aclaran que buscan causas, lo que siempre es tentativo pues requiere que el modelo estadístico sea completo (Draper). Es decir, que incluye de forma correcta a todas las variables predictivas (posibles factores de confusión) pero ninguna más, lo que podría generar sesgo de selección (Hernan). Así, las premisas sobre las causas son tan atrevidas que requieren nuevos estudios sobre los efectos que, insisto, deben asignar al azar una intervención. Es decir, una acción que pueda depender de la voluntad del investigador, siempre con el consentimiento del voluntario. 

Abusan del p-valor, una popular herramienta estadística, aunque muy frágil ya que, entre otras cosas (ASA statement) facilita la horrible práctica conocida como data dredging o p-hacking. Pero no tengo acceso a la tabla suplementaria 1 donde los autores deberían detallar en qué apartado de su manuscrito informan sobre los 20 puntos cruciales que requiere la guía STROBE-MR que aplica a “randomizaciones mendelianas basadas en datos observacionales”. Su ítem 3 pide especificar qué hipótesis eran previas y cuáles no, lo que no he logrado encontrar por el texto. Si son posteriores, los resultados deben considerarse como sugerencias más que resultados científicos contrastados. 

En resumen, mucha prudencia con este artículo, que requiere un estudio crítico muy profundo. 

ES