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Enrique Doblas

Investigador del CREAF, miembro del MedeCC (Expertos Mediterráneos en Cambio Climático y Medio Ambiente) y autor del informe MAR1

Ciertamente, es alentador ver que este análisis, al igual que nuestro anterior informe, el First Mediterranean Assessment Report (MAR1) preparado por la red independiente de Expertos Mediterráneos en Cambio Climático y Medio Ambiente (MedECC), tiene en cuenta el factor del cambio en el uso del suelo. Esto refuerza nuestra comprensión de que, si bien el cambio climático puede considerarse como la causa subyacente de las recientes catástrofes, sus impactos se ven exacerbados por una gestión del paisaje que carece de medidas preventivas adecuadas.  

Las medidas preventivas en la gestión de inundaciones desempeñan un papel fundamental en la reducción de riesgos y la protección de las comunidades. Entre estas medidas se incluyen el desarrollo de sistemas de alerta temprana, la construcción de presas de control, la mejora de los sistemas de drenaje y la implementación de planes de gestión de emergencias.  

Asimismo, las medidas preventivas basadas en la planificación urbana para la resiliencia y en soluciones basadas en la naturaleza ofrecen un enfoque prometedor y económicamente viable. Esto incluye acciones como la reforestación en áreas aguas arriba, la restauración de llanuras inundables y la protección contra la erosión de las orillas, así como prácticas agrícolas adecuadas para retener el agua.  

Además, la adaptación proactiva al aumento del nivel del mar es esencial para las áreas costeras. Hablamos de las prácticas básicas de adaptación costera, como la protección, estrategias como el acrecentamiento de playas y costas, así como la restauración de dunas y zonas húmedas, que están ganando terreno como alternativas más sostenibles a las estructuras duras. Estas medidas no solo protegen contra las inundaciones, sino que también contribuyen a preservar la biodiversidad y a promover la sostenibilidad a largo plazo. 

ES