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Eduard Vieta

Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM)

El artículo está basado en un estudio interesante, que apoya la idea, ya conocida, de que las patologías infecciosas y sus secuelas están influidas por el estado previo de los sujetos. En este sentido, el estrés psicológico, manifestado principalmente en forma de síntomas de ansiedad o depresión, es un factor de riesgo para múltiples dolencias médicas y el covid persistente no es la excepción. Sin embargo, la propia definición de covid persistente es controvertida –ahora mismo se está trabajando en ella desde el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) en un esfuerzo colaborativo de investigadores de élite de diversas áreas, incluyendo la de salud mental–.

Así, no puede descartarse cierta tautología/obviedad en que la presencia de síntomas depresivos previos al covid sean predictores de síntomas muy parecidos y persistentes tras la infección. Aunque los autores intentan controlar este efecto, la presencia de fatiga y de dificultades de concentración, síntomas cardinales del covid persistente, son también muy comunes en la depresión. En resumen, el trabajo es interesante pero tiene limitaciones y a pesar de estas parece lógico pensar que el estrés psicológico previo se asocie a mayor riesgo de síntomas, especialmente neuropsiquiátricos, persistentes tras la infección.

ES