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Eduard Vieta

Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM)

Este es un metaanálisis de alta calidad que examina un fenómeno clínicamente relevante como es la aparición de síntomas de rebote y molestias en el momento de interrumpir un tratamiento con antidepresivos, algo que ocurre con cierta frecuencia (en los datos del estudio, en un 15 % de los pacientes) 

El trabajo confirma lo que ya conocíamos, es decir, que este es un fenómeno real y que ocurre con cierta frecuencia con algunos fármacos, pero no todos. 

La metodología es excelente pero no exenta de sesgos y limitaciones, mayoritariamente derivadas de las de los propios estudios que se han analizado. Entre ellos, hay que resaltar que el estudio se ha centrado en ensayos clínicos controlados, lo cual es una fortaleza al disponer de grupo control con placebo, pero también una limitación, ya que los datos podrían no reflejar fielmente lo que ocurre en muestras clínicas fuera del ámbito de los ensayos clínicos y que la fase de discontinuación del tratamiento acostumbra a ser en abierto (sin enmascaramiento). 

Las implicaciones del estudio son que uno de cada seis pacientes puede presentar síntomas derivados de la interrupción del tratamiento antidepresivo que pueden parecer síntomas de recaída, pero en realidad son causados por dejar de tomar el fármaco de forma más o menos brusca, y que los medicamentos venlafaxina, desvenlafaxina, paroxetina e imipramina son los que se asocian con mayor frecuencia a este fenómeno. Tanto pacientes como psiquiatras deben evitar interrumpir de forma brusca estos fármacos u optar por otros que no se asocian a este problema. 

ES