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Cristina Montiel Molina

Catedrática de Análisis Geográfico Regional y directora del Grupo de Investigación 'Geografía, Política y Socioeconomía Forestal'

Con tantos días de ola de calor y riesgo extremo de incendio, ¿es normal que haya tantos incendios a la vez o se sale de habitual?   

“Con esta ola de calor intensa y un riesgo extremo de incendios forestales es efectivamente inevitable la situación de simultaneidad de grandes incendios forestales, que es lo que se conoce como “incendios de quinta generación”. Más que normal, es lo esperable en el contexto de cambio climático que vivimos.    

Naturalmente, no podemos considerarlo normal ni aceptable porque no lo son las causas que están provocando este cambio climático. Lo que se sale de lo habitual son los registros extremos de temperaturas, que están generando este riesgo de grandes incendios simultáneos, por lo que se conoce como sequía térmica o flash drought, provocada por el impacto concentrado y prolongado del calor en la vegetación y en el suelo (fuerte evaporación y evapotranspiración), aun cuando las lluvias de la pasada primavera han impedido la sequía hídrica (escasez de agua superficial y subterránea).   

En estas condiciones de disponibilidad de combustible (propensión de la vegetación a arder con alta intensidad y velocidad de propagación) generalizada por los efectos de la sequía térmica, las rachas de viento de alta velocidad (incluso si es de componente norte, como ocurrió en Navarra la semana pasada) y las tormentas secas, completan un escenario meteorológico en el que se desencadenan grandes incendios en diferentes puntos a la vez, por cualquier causa de ignición. Y esto es lo que está ocurriendo”.           

¿Qué perspectivas hay de su evolución?   

“Dado que la causa de esta situación de grandes incendios simultáneos que estamos sufriendo es la ola de calor, su evolución está ligada a las condiciones meteorológicas. Afortunadamente, la preparación y actuación del sistema operativo de defensa, junto con un magnífico sistema de información meteorológica y del estado del combustible, están permitiendo gestionar esta crisis de emergencia con una profesionalidad y eficacia extraordinarias. En algunos casos está siendo también muy acertada la toma de decisiones políticas al declarar niveles de alerta de los Planes Especiales de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales de las comunidades autónomas para prohibir ciertas actividades en el medio rural que incrementan el riesgo de ignición en esta situación de riesgo extremo”.    

¿Qué valoración hace de los incendios de lo que llevamos de verano?   

“La valoración del riesgo, de la ocurrencia y del tipo de incendios que se están produciendo no puede ser en ningún caso positiva. Como tampoco lo es la pérdida de vidas humanas y de patrimonio natural. Sí lo es, en cambio, la valoración de la actuación de los diferentes sistemas de gestión de la emergencia en las comunidades autónomas que se están viendo afectadas, la valoración de la profesionalidad y eficacia de los servicios de defensa (equipos de bomberos forestales y sistemas de información, análisis y toma de decisiones), y muy especialmente la valoración de la coordinación a diferentes niveles y escalas para gestionar estas situaciones críticas de simultaneidad de grandes incendios”. 

ES