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Climent Casals-Pascual

Jefe de servicio de Microbiología en el Hospital Clínic de Barcelona, profesor asociado en la Universitat de Barcelona e investigador en ISGlobal Barcelona

"Este estudio se ha publicado en una de las revistas con mayor reputación científica a nivel mundial y presenta evidencia científica de que la colonización de bacterias en ecosistemas dispares, por ejemplo, bacterias que normalmente habitan en el intestino grueso colonizan el intestino delgado, tiene un efecto potencialmente deletéreo en un modelo experimental de trasplante de microbiota fecal en ratones y en células obtenidas y cultivadas ex vivo a partir de biopsias del intestino humanos (organoides). La conclusión de que estos modelos nos advierten de peligros no esperados en pacientes que reciben TMF —trasplante de microbiota fecal— no se deriva necesariamente de los resultados del artículo, a pesar de su alto valor científico. 

En medicina, se evalúa constantemente la validez de los tratamientos en base a la eficacia y seguridad de los pacientes sometidos a una intervención concreta. Desde la aplicación de la nueva regulación que dicta en Europa que la microbiota es una sustancia de origen humano (SOHO), los mecanismos para verificar la seguridad biológica de las donaciones y el seguimiento del paciente trasplantado de microbiota están perfectamente regulados. El método científico en medicina para cuestionar la validez de una intervención deben ser los efectos adversos observados después de la intervención, no la observación experimental en ratones. Recordemos la controversia de la sacarina y el cáncer de vejiga en ratones de los años 70. 

El TMF se realiza con seguridad desde hace años y es un tratamiento curativo para la infección recurrente por Clostridioides difficile. Lejos de inducir un cambio metabólico negativo para el paciente, en ensayos clínicos controlados se observó que el TMF en adolescentes obsesos reduce el síndrome metabólico en el 90 % de los casos”. 

¿Cómo se traducen los resultados de este artículo a pacientes que reciben TMF?  

“El trasplante fecal en ratones no tiene nada que ver con el humano —por suerte—, ya que la administración de la microbiota se hace alimentándole al ratón las heces (microbiota) de un ratón sano. En humanos, aunque los estudios iniciales (de hecho, los más importantes) utilizaban la infusión duodenal de microbiota, actualmente se administra mediante colonoscopia en el ciego o mediante cápsulas recubiertas de material gastrorresistente que permite liberar los contenidos de microbiota en el intestino grueso, aunque alguna parte se pueda liberar en la parte terminal del intestino delgado. 

El impacto de la disrupción ecológica y deslocalización de especies bacterianas es un fenómeno bien conocido y parcialmente caracterizado en los estudios del microbioma humano. Por ejemplo, es bien conocido que en individuos que toman fármacos inhibidores de la bomba de protones, la microbiota oral coloniza el intestino. Los diversos segmentos del intestino actúan como ecosistemas donde las condiciones fisicoquímicas de pH, las mismas células del intestino y sobre todo la microbiota residente actúan como freno a la colonización de nuevas especies, lo que se conoce desde el 1960 como resistencia a la colonización. Por ello, aunque el riesgo de colonización microbiana en ecosistemas dispares es una posibilidad, los mecanismos locales descritos “seleccionan” quién se queda y quién no. Esta es la competición habitual mediante la cual se establece la microbiota adulta y que también explica una de las características más notables de la microbiota: la resiliencia o capacidad de retornar a su estado habitual después de una disrupción ecológica sea por antibióticos u otros disruptores. Paradójicamente, este es el argumento que se propone para defender el potencial uso de los trasplantes omnimicrobianos, donde se recogen microbiotas de los distintos tramos del intestino y se propone que cada uno va a asentar en su nicho ecológico apropiado. Pues lo mismo pasa con la microbiota del colon: su lugar natural de asentamiento va a ser el colon y es allí donde restablecerá la resistencia a la colonización contra Clostridioides difficile, que es —de momento— su única indicación clínica aprobada".

ES