Xosé R. Bustelo
Profesor de investigación del CSIC, director científico del Centro de Investigación del Cáncer, Salamanca, y expresidente de ASEICA
Se trata de un estudio de buena calidad. Está basado en datos poblacionales obtenidos —segregados por rango de edad— de la información sobre muertes que está almacenada en la Organización Mundial de la Salud por epidemiólogos y oncólogos de instituciones italianas, norteamericanas y suizas.
Refleja tendencias previas recogidas ya en años previos. Creo que lo importante es lo que recalca: la importancia que tienen determinados hábitos sociales en la incidencia de algunos tipos de cáncer, como son el tabaquismo o los malos hábitos alimentarios y el poco ejercicio físico que conducen a la obesidad. Y, en el caso de España, ese mensaje es claro: es uno de los pocos países en donde se predice que aumentarán las muertes por cáncer de pulmón en mujeres en franjas de edades que son consistentes con la frecuencia de mujeres fumadoras. Esto, quizá, sea el mensaje principal: hay muchas causas del cáncer que no podemos evitar, dado que surgen de errores genéticos en nuestras células que están asociados generalmente con la edad, pero hay muchas otras que son evitables, como el tabaquismo. Aquí tienen relevancia campañas que se están haciendo por asociaciones científicas oncológicas y de pacientes sobre la importancia de aumentar las restricciones al uso del tabaco; solo así podremos bajar significativamente las tasas de aparición de algunos cánceres.
Pero hay también un mensaje positivo, que se ha visto en años recientes ya: pese a mayores tasas de envejecimiento, las muertes a nivel global de cáncer siguen una progresión descendente. Ahí influyen probablemente factores como una mejora en los tiempos de diagnóstico y el aumento en el arsenal de fármacos antitumorales que se han desarrollado durante estas últimas décadas. Este aspecto no es trivial, supone un gran número de muertes que se han evitado gracias a estas mejoras. Y también sugiere que, si esta tendencia global se mantiene, es previsible que sí lleguemos a conseguir la meta a medio plazo de reducir en más de un 35 % las muertes por cáncer en la Unión Europea.
Al final, el mensaje del artículo es claro: si quiere usted evitar ciertos tipos de cáncer, no fume, beba menos alcohol y evite la obesidad.
Hay un factor aquí que falta por valorar, como bien indican los autores del estudio: la influencia de la pandemia de coronavirus que conllevó importantes retrasos en el cribado, diagnóstico y asistencia de nuevos pacientes con cáncer. Este puede ser un factor que puede inclinar el balance hacia unos porcentajes más negativos en el corto plazo.