Anna Cabré
Científica del clima asociada a la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos)
ExxonMobil, una empresa petrolera, ya sabía en los años 70 que las emisiones de dióxido de carbono de su negocio provocaban el calentamiento global y el cambio climático, lo que quedó demostrado en 2015 cuando se descubrieron documentos confidenciales. A pesar de esto, ExxonMobil inició una campaña de desinformación a gran escala que continúa hoy (aunque con un enfoque diferente), poniendo en duda las predicciones de la investigación académica. Ahora, Supran, Rahmstorf y Oreskes han analizado los modelos climáticos internos de ExxonMobil y los han comparado con los modelos publicados en revistas científicas en ese momento.
ExxonMobil no solo sabía que sus operaciones creaban temperaturas más altas y un período interglacial más largo, sino que sus predicciones e incertidumbres eran tan precisas como las publicadas en el mundo académico, sabían cuándo se detectaría un calentamiento significativo causado por el hombre y la cantidad de dióxido de carbono que podría liberarse antes de alcanzar los 2 grados de calentamiento global.
La pertinencia de este estudio recae en la responsabilidad ante la ley y la población en general, que también merece la verdad. No es lo mismo saber que algo sucede que saberlo con certeza. La Dra. Naomi Oreskes es historiadora de la ciencia y experta en el papel que juegan las compañías petroleras en el cambio climático y en el retraso de la implementación de soluciones. ExxonMobil decidió mentir, difundir la incertidumbre como estrategia de mercado y esto tiene que tener consecuencias legales. Aunque sabemos que la ciencia no puede ser completamente objetiva, ya que está moldeada por nuestra cultura, conocimiento, prejuicios y dominada sistémicamente por el pensamiento y el colonialismo occidentales, los científicos en general seguimos un código ético que fue ignorado en este caso.
Este artículo también nos recuerda que la ciencia no vive aislada en un mundo paralelo, sino que participa e informa en decisiones que pueden cambiar el rumbo de nuestro futuro, por lo que quizás la historia de la ciencia debería ser una asignatura obligatoria en todas las carreras científicas.