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Ana Viana Tejedor

Coordinadora de la Unidad de Cuidados Cardíacos Agudos, Hospital Clínico San Carlos de Madrid; profesora adjunta de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid; y presidenta de la Asociación de Cardiopatía Isquémica y Cuidados Cardíacos Agudos de la Sociedad Española de Cardiología

El artículo es de alta calidad. Pertenece a la Cochrane Collaboration, lo que implica que tiene un diseño riguroso y reproducible, con protocolo previo registrado. Los criterios de inclusión son estrictos, únicamente incluye ensayos clínicos aleatorizados, con seguimiento ≥6 meses y con una evaluación independiente y doble del riesgo de sesgo (RoB2). Se ha realizado una revisión exhaustiva de fuentes (CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, FDA, etc.) hasta febrero de 2025, lo que la hace muy actualizada. No hay indicios de sesgos graves ni de conflictos de interés relevantes. 

Por lo tanto, en términos de rigor, es una revisión muy completa y metodológicamente sólida sobre colchicina en prevención secundaria cardiovascular. 

La revisión no revoluciona el conocimiento, pero consolida definitivamente la evidencia acumulada desde 2019 (ensayos COLCOT, LoDoCo2, CLEAR-SYNTAX, etc.) mostrando que: 

  • La colchicina reduce de forma consistente el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular (≈25–30% de reducción relativa). 

  • No modifica la mortalidad total ni cardiovascular. 

  • No aumenta los eventos adversos graves, aunque incrementa efectos gastrointestinales leves. 

Novedades y valor añadido: 

  • Integra 12 ensayos clínicos randomizados y casi 23,000 pacientes, duplicando el tamaño muestral respecto a metaanálisis previos. 

  • Actualiza la evidencia incluyendo los ensayos más recientes (2023–2024). 

  • Refuerza con “high-certainty evidence” (según GRADE) el beneficio en infarto y ACV. 

  • Proporciona una síntesis neutral y sin sesgo de publicación aparente, algo que algunos metaanálisis previos no podían garantizar. 

Cómo encaja en las guías actuales: 

  • Confirma y fortalece la recomendación ya presente en las guías europeas ESC 2024 sobre síndrome coronario crónico, donde la colchicina (0.5 mg/día) es una indicación de clase IIa en pacientes con enfermedad aterosclerótica estable pese a tratamiento óptimo. 

  • Ayuda a consolidar su papel como antiinflamatorio cardiovascular de bajo coste y buena tolerancia. 

Implicaciones: 

  • Clínicamente, este metaanálisis refuerza la colchicina como una herramienta segura, barata y eficaz en la prevención secundaria, especialmente en pacientes con recurrencia o inflamación persistente. 

  • Próximos pasos: 

  • Definir mejor qué subgrupos (p.ej., por biomarcadores de inflamación) se benefician más. 

  • Evaluar efectos a largo plazo sobre mortalidad y calidad de vida. 

  • Analizar la implementación en práctica real (adherencia, coste-efectividad, interacciones). 

Aunque sólida, la revisión tiene algunas limitaciones importantes: 

  • Evidencia indirecta sobre mortalidad: los ensayos no fueron diseñados para detectar cambios en mortalidad; los seguimientos (6–80 meses, mediana ~2 años) son relativamente cortos. 

  • Alta heterogeneidad en eventos gastrointestinales, lo que indica variabilidad entre estudios y dificulta cuantificar el riesgo con precisión. 

  • Poblaciones seleccionadas: La mayoría de los participantes eran varones (≈80%) con cardiopatía isquémica estable; la extrapolación a mujeres, pacientes ancianos o con insuficiencia cardíaca es incierta. 

  • Falta de datos en calidad de vida y hospitalizaciones, objetivos relevantes para la práctica clínica. 

  • Sin análisis de subgrupos según inflamación residual (p.ej., niveles de hsCRP). Esto limita entender quiénes se benefician más (posiblemente los de inflamación persistente). 

  • Duración del tratamiento y adherencia: La mayoría de ensayos emplearon colchicina durante 1–3 años; su eficacia y seguridad a largo plazo (>5 años) siguen sin estar bien establecidas. 

ES