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Amparo Larrauri

Responsable del Grupo de Vigilancia de Gripe y otros Virus Respiratorios del Centro Nacional de Epidemiología

La emergencia de la covid-19 provocó un cambio en el comportamiento estacional de los virus respiratorios que dio lugar a un cambio en el planteamiento de los sistemas de vigilancia de gripe históricos, para convertirse en sistemas de vigilancia integral de patógenos respiratorios. En España, siguiendo las recomendaciones del Centro Europeo para el Control de enfermedades (ECDC) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se inició la implementación del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA) en octubre de 2020. SiVIRA está constituido por el sistema centinela de vigilancia de infección respiratoria aguda leve (IRAs) en Atención Primaria y el sistema de vigilancia de infección respiratoria aguda grave (IRAG) en hospitales. La vigilancia de IRAs e IRAG surgió de la adaptación y la experiencia previa del Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE) y pretende sentar las bases de una vigilancia integral respiratoria estable, con voluntad de perdurar en el tiempo, que permita vigilar varios patógenos respiratorios y cualquier otro virus respiratorio que pueda emerger en un futuro. 

El objetivo de SiVIRA es monitorizar la evolución de las infecciones respiratorias agudas en Atención Primaria y hospitales, identificando patrones inesperados que puedan servir como señal de alerta, así como vigilar las epidemias de gripe, covid-19 e infección por virus respiratorio sincitial (VRS). La vigilancia de IRAs o IRAG parte de la captación a través del sistema sanitario de “síndromes clínicos” que responden a una infección respiratoria aguda de cualquier etiología y de la selección sistemática de una muestra de pacientes IRAs o IRAG para el diagnóstico triple microbiológico de gripe, SARS-CoV-2 y VRS. El sistema puede describir las características epidemiológicas y microbiológicas de estos agentes respiratorios, así como contribuir a la evaluación de la efectividad de las medidas de control y prevención, especialmente de las vacunas. 

Cada temporada de vigilancia SiVIRA abarca un año completo, de octubre de un año a septiembre del año siguiente. Con excepción de primera temporada 2020-21, en la que la circulación de SARS-CoV-2 desplazó casi por completo al resto de virus respiratorios, en el resto hasta la actual temporada 2023-24, han circulado, además de otros virus respiratorios, los tres virus que SiVIRA monitoriza de una forma más específica: la gripe, el SARS-CoV-2 y el virus respiratorio sincitial (VRS). La presentación temporal de estos tres virus ha sido diferente para cada uno de ellos y también en cada temporada, dando lugar a diferentes ondas epidémicas de gripe, covid-19 y de infección por VRS de las que SiVIRA ha ofrecido información oportuna sobre su evolución y características epidemiológicas y virológicas en el espacio y el tiempo. 

En la temporada 2023-24, nos encontramos con una circulación simultánea de gripe, SARS-COV-2 y VRS, una situación típica de esta época invernal, con la diferencia que desde 2020 el SARS-CoV-2 se une como compañero de viaje a la temporada de virus respiratorios. Sin embargo, la particularidad de las últimas cuatro semanas es que la gripe ha mostrado una mayor intensidad de circulación que los otros dos virus, dando lugar a una pendiente acusada de ascenso de la incidencia de gripe en Atención Primaria, que disminuye por primera vez en la primera semana de enero de 2024.  

Este cambio de tendencia podría señalar que se ha sobrepasado el pico máximo de actividad gripal en la última semana del año 2023 y que, si los datos de vigilancia lo confirman en la semana próxima, empezará a descender progresivamente a partir de ahora. La comparación de estas incidencias gripales con las series históricas de gripe antes de la pandemia de covid-19 requiere de un análisis complejo, que tenga en cuenta el cambio en los sistemas de vigilancia antes y después de la emergencia de covid-19. Cuando se realizan los ajustes analíticos adecuados se observa que, en el pico de actividad de esta temporada, la gripe ha alcanzado un nivel de transmisibilidad alto, si bien en el rango superior de epidemias de gripe pre y pospandémicas. Una situación no extraordinaria que hemos visto en temporadas históricas de gripe como en la 2014-15.  

La elevada transmisibilidad de la gripe en la comunidad está, sin duda, influyendo en que la hospitalización por gripe se mantenga en ascenso, en especial en personas a partir de 60 años, aunque hasta el momento no se han observado parámetros que señalen mayor gravedad que en temporadas previas. No obstante, SiVIRA debe mantener una vigilancia oportuna y precisa como hasta ahora, que permita identificar cualquier factor que pueda asociarse a situaciones de complicaciones de la infección gripal o de otros virus respiratorios. 

La hospitalización por covid-19 está en niveles inferiores a los de las dos temporadas previas, que habla, además de un nivel de inmunidad natural por infecciones previas, del éxito del programa nacional de vacunación de covid-19 desde sus inicios. También en el caso de la hospitalización por infección por VRS se observa una morbilidad hospitalaria inferior a temporadas previas, en el que puede influir tanto la inmunidad adquirida por la epidemia intensa de bronquiolitis en niños en la temporada pasada, como el impacto de la inmunización con el anticuerpo monoclonal Nirsevimab, que se ha administrado por primera vez esta temporada en niños menores de seis meses, para la prevención de la hospitalización por infección por VRS. 

En la situación actual de circulación elevada de virus respiratorios en la comunidad es muy conveniente mantener medidas de higiene respiratoria personal para intentar disminuir la transmisión a nivel poblacional. Y es muy importante la administración de la vacuna de gripe y covid-19 a todos los grupos recomendados de vacunación que todavía no hayan recibido la vacuna en esta temporada. 

ES