Reacción a "Un estudio ubica el inicio del Antropoceno en 1952"
Alejandro Cearreta
Catedrático de Paleontología en la Universidad del País Vasco UPV/EHU, director del Departamento de Geología y miembro del extinguido Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (Anthropocene Working Group)
El término ‘Antropoceno’ fue propuesto hace pocos años como un nuevo intervalo geológico que destaca los cambios transformadores en la superficie terrestre causados por la actividad humana. Rápidamente se incorporó al imaginario colectivo como sinónimo de impacto ambiental, cambio climático y crisis ecológica a escala global. Aunque se ha señalado en numerosas ocasiones que el Antropoceno no representa las primeras evidencias geológicas de la actividad humana, sí es el resultado del rápido crecimiento de la población, la expansión de la economía global, el uso intensivo de energía y recursos naturales, y la industrialización. El impacto combinado de estos factores se convirtió, desde mediados del siglo XX, en un fenómeno global y casi sincrónico, conocido como la ‘Gran Aceleración’.
El Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (AWG) se estableció en 2009 con el fin de evaluar el potencial de este concepto como nuevo y último intervalo en la Escala del Tiempo Geológico. Tras años de publicaciones, debates y votaciones, el AWG concluyó en 2023 que el Antropoceno cuenta con una sólida base científica. Sin embargo, en marzo pasado, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas no aceptó formalizarlo como una unidad de tiempo geológico.
En este nuevo estudio, Kuwae y sus colaboradores se han propuesto determinar una fecha de validez global para el inicio de esta transformación humana del sistema terrestre, basándose en un análisis exhaustivo de numerosos marcadores geológicos en 137 registros distribuidos por todo el planeta, que reflejan con alta precisión cronológica los últimos 7.700 años de influencia humana sobre el medio ambiente. Entre estos marcadores se incluyen radionucleidos artificiales originados por las pruebas atómicas en la atmósfera, contaminantes orgánicos e inorgánicos persistentes, microplásticos y restos fósiles de especies invasoras transportadas, ya sea voluntaria o accidentalmente, a diferentes ecosistemas en todos los continentes.
Los autores concluyen que, aunque la humanidad comenzó a modificar la superficie terrestre de manera significativa y progresiva con el inicio de las sociedades agrícolas hace miles de años en el Neolítico, la colonización europea de América en el siglo XV o la Revolución Industrial en el siglo XVIII, el aumento sin precedentes de la huella humana a nivel global comenzó a partir de 1952. Este año coincide con el inicio de la Gran Aceleración, un periodo en el que los procesos y ciclos naturales del sistema Tierra fueron transformados de manera rápida e intensa. En línea con el AWG, este estudio señala que los seres humanos nos hemos convertido en una fuerza geológica y planetaria desde mediados del siglo XX, dejando numerosas y variadas huellas antropogénicas en los estratos geológicos a lo largo y ancho del planeta.