Alberto J. Schuhmacher
Investigador ARAID y jefe del Grupo de Oncología Molecular en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón)
El cáncer es un crimen celular organizado, no se trata únicamente de células con mutaciones que crecen descontroladamente. Las células tumorales establecen un diálogo molecular con su entorno y lo modifican para crecer y malignizar. Para poder diseminarse y formar metástasis, las células tumorales deben salir por el torrente sanguíneo, anidar y crecer en otros órganos que son diferentes al de origen y, por tanto, el nuevo entorno que va a rodearlas es distinto. En ocasiones, el tumor envía moléculas que modifican el órgano de destino formando un “nicho premetastásico” para que las células tumorales que han migrado puedan establecerse más fácilmente.
La obesidad se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y más metástasis. Esta investigación nos enseña algunos mecanismos que explican cómo la obesidad derivada de una dieta rica en grasas puede facilitar la metástasis. Es sabido que la obesidad fomenta la coagulación de la sangre. En este trabajo, el equipo de Héctor Peinado muestra con elegancia y mucha evidencia cómo, en ratones obesos alimentados con una dieta muy grasa, se forman agregados de plaquetas que pueden rodear a las células que se escapan del tumor y servirles de “traje de invisibilidad” para que las defensas no las reconozcan.
Además, encontraron que con esta dieta se forman “nichos premetastásicos” especiales en el pulmón, estos “adipo-nichos” están enriquecidos con una proteína que se llama fibronectina. La unión de plaquetas activadas y estos “adipo-nichos” favorece que se formen más metástasis y crezcan mejor en modelos de ratón de cáncer de mama triple negativo.
Seguidamente se analizaron las muestras de sangre de 82 mujeres con cáncer de mama triple negativo obtenidas antes de ser operadas y tratadas con quimioterapia y pudo comprobarse que la coagulación estaba aumentada en pacientes con obesidad, pero no observaron un riesgo mayor de recaída y metástasis a los cinco años asociado al índice de masa corporal. Debemos recordar que estas personas reciben sus tratamientos; los modelos experimentales nos permiten explorar preguntas que a veces no pueden hacerse en la clínica. Así, esta investigación abre una puerta a identificar factores de riesgo adicionales y permite analizar formas de intervención dietética o de control de actividad plaquetaria, que ayuden a mejorar la forma en que tratamos a estos pacientes y a mejorar su vida.