Marta Ferragut Ortiz-Tallo
Doctora en Psicología y profesora permanente laboral en el departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias del Comportamiento
Este informe de la OMS expone y recoge datos actualizados de los últimos 23 años sobre la violencia contra las mujeres, tanto violencia de género como incluyendo también violencia sexual de perpetradores que no eran pareja. Ya el hecho de ampliar la mirada y aunar ambos tipos de violencia es destacable, no reduciendo la violencia contra las mujeres a ninguna de las categorías por separado. Es muy importante y necesario realizar este tipo de informes globales, que permitan resumir la evidencia actualizada y hacerlo periódicamente, de forma que los profesionales de la ciencia, la política, la salud y la sociedad en general puedan ser informados y sensibilizados con este grave tipo de violencia, que supone un grave problema de salud pública.
Es de destacar que el informe incluye no solo evidencia empírica publicada en revistas científicas, sino también grandes estudios de encuestas, salvando un sesgo de publicación que suele lastrar las publicaciones científicas puras y que es necesario superar con la integración como la de este informe. Además, informa y analiza la prevalencia de forma global y regional permitiendo observar diferencias o comparaciones entre regiones. Los datos son sobrecogedores, como suele ocurrir en este tipo de informes, y podemos intuir que están subestimados, ya que hay ciertas limitaciones que podrían ser objeto de futuras mejoras.
El propio informe recalca las limitaciones y retos para tener en cuenta, como que faltan datos de países actualizados o incluso algunas regiones son inexistentes, que los métodos de encuesta pueden ser diferentes en unos y otros trabajos incluidos, o que las poblaciones no sean comparables u homogéneas. Sería positivo en futuros trabajos e informes hacer un esfuerzo en homogeneizar la recogida de datos y poder aplicar los mismos métodos para aumentar la validez de las conclusiones.
La conclusión fundamental estriba en que la violencia sobre las mujeres continúa siendo un grave problema generalizado y ha resistido de manera estable los intentos de políticas públicas para parar o minimizar este tipo de violencia.