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Patricia L. Sabbatella

Profesora titular del área de música en la Universidad de Cádiz e investigadora adscrita al Instituto de Investigación e Innovación en Ciencias Biomédicas (INiBICA). 

La música constituye una de las expresiones humanas más antiguas y universales que trasciende barreras geográficas, culturales, lingüísticas y temporales. Como forma de comportamiento individual y social, su estudio requiere un enfoque interdisciplinario, en el que convergen disciplinas como la neurociencia, la psicología, la sociología, la musicología y la educación. La música forma parte de la vida cotidiana, cumpliendo con diferentes usos y funciones que van desde el entretenimiento, la cohesión social, la comunicación, la expresión y regulación emocional hasta el aprendizaje, la relajación o el entretenimiento. La era digital ha transformado radicalmente la interacción del ser humano con la música. La aparición de las plataformas de streaming ha redefinido la relación del oyente con la música, al brindar acceso instantáneo a un catálogo prácticamente ilimitado de géneros y estilos musicales. Este fenómeno ha posicionado a la música como un bien cultural de disponibilidad inmediata, lo que ha impulsado su consumo y la ha integrado aún más en el devenir de la vida diaria.  

En este contexto de acceso masivo, el análisis del tipo de música consumida por la población puede ser tomado como un indicador empírico para analizar las tendencias de los consumidores, los géneros musicales predominantes, las formas de comportamiento social asociadas al consumo e incluso los estados de ánimo colectivos o los valores sociales en una época determinada. Un ejemplo de esta aproximación lo ofrece el presente estudio. Los autores aplicaron técnicas de Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) para analizar más de 20.000 letras de canciones que ingresaron en las listas del US Billboard Top 100 durante cinco décadas (1973-2023). El estudio destaca por la amplitud de su análisis temporal y del conjunto de datos, lo cual proporciona una visión consistente y de largo plazo sobre las tendencias de consumo musical y escucha de la audiencia. Esta vasta perspectiva longitudinal permite el análisis de la gestión colectiva del estado de ánimo de los oyentes a través de la música. Los resultados respaldan la tesis de que la música desempeña una función dual en la gestión colectiva del estado de ánimo, actuando tanto en la gestión como en la regulación emocional, un rol dependiente del contexto social y de la intensidad de las emociones colectivas predominantes. 

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe mundial que examinó los beneficios de las intervenciones artísticas en la mejora de la salud y el bienestar, validando las artes, entre ellas la música, como opciones de tratamiento en contextos educativos, terapéuticos y comunitarios. Esta postura se ve reforzada por la presente investigación, que valida la música moderna/popular como un indicador cultural y una herramienta psicológica de afrontamiento a nivel colectivo. Estos hallazgos respaldan el uso de la musicoterapia, una disciplina clínica basada en la evidencia, para modular el estado de ánimo y el nivel de estrés, fomentar la expresión emocional y la cohesión social, y mejorar la calidad de vida y el bienestar general.

ES