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Eduard Vieta

Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM)

En este estudio noruego se estudió una medida de envejecimiento, la longitud de los telómeros, en una muestra relativamente pequeña de pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar, y se vinculó al consumo de café. Los autores observaron una relación positiva entre el consumo moderado de café y menor envejecimiento biológico. El estudio es preliminar y requiere replicación.  

Entre sus defectos, destaca que la medida del consumo de café fue muy simple (tazas) y basada en autorreporte de los sujetos (relativamente poco fiable). Además, con esta metodología no sabemos qué componente del café es el que tiene esas propiedades. Podría ser la cafeína u otros componentes con acción antioxidante. Tampoco se controlaron otras fuentes de cafeína ni los horarios ni el formato del café (corto, largo, con leche, etc.). El estudio es transversal y sería deseable confirmar los hallazgos en un estudio longitudinal y mejor controlado. No hay un grupo control sano para ver si los hallazgos se limitan a población con patología psiquiátrica.  

El consumo de café en personas con enfermedades mentales puede tener efectos beneficiosos, pero también perjudiciales, especialmente, si afecta a las horas de sueño y a la calidad de este, un aspecto crucial para mantenerse estable cuando se sufre una enfermedad como esquizofrenia o trastorno bipolar. Con sus limitaciones, el estudio sugiere que un consumo moderado de café, y yo añadiría por la mañana, puede tener efectos beneficiosos en la salud física y la longevidad esperada (medida biológicamente) de personas con trastornos mentales, si se confirman estos resultados.

ES